¿Acaso escondido en un suburbio,
frente a las olas del río,
puedo apartarme del sentir?
Las olas llegan a la orilla
sentidas,
oníricas,
vivas.
Como mi viaje en autopista,
donde el hechizo de cúpulas
y poniente,
gritan un llamado.
Entonces
mi mano
se llena de tiza
y envuelto en el circulo
frente al triangulo
cruzo los abismos
y el poniente cruza también
hasta mi.
Alex.