Me gusta acechar a lo imposible y hasta andar la humildad de las veredas. No hay nada mejor que mirar a las estrellas, mientras bailan ciertas letras. Esas que a tu destino acuden y en cualquier parte son luz y sombra de edificios. Hay esa esfera deslumbrante cuando la luna se alza y nadie asoma. Si; no reparo en romper con ciertas leyes y andar la noche tenebrosa. Aunque al fin todo tiene su costo, nada me ha impedido cierta arrogancia, esa la de quedarme con la bella. Así entre curvas y líneas, estas calles son un tablero. Este juego tiene sus reglas y obviamente soy el que las pone. Por eso cierta poesía va mas allá que toda magia y en crípticas palabras anida el todo, en la copa misma del mismo árbol.
a
No hay comentarios:
Publicar un comentario