Muñecos entre llamas
donde mutilan las ramas
¡Ay Árbol!
La música ha muerto.
Sidra y vino en las venas
desbordantes hongos
a las puertas de la niebla
roció y salvia en mi copa.
La cuerda del reloj se detiene con su péndulo
y la balanza declina al ruido del agua
Inundando las flores las tumbas
de los vivos
pero ni el perfume
ni el color anida en sus sentidos
Decir entre palabras un llamado a los tuyos, como canta el grillo en la noche bajo el manto de los astros. Filtros de palabras y verbo, intriga a quien descifre el argumento y vea el mapa.
Vaya que llamas soberbia a quien en el desierto perdido busca sus pares y al no encontrar su mismo pueblo conoce especies, que habitan ahí en la arena.
No me siento entre los míos.
¿Cual es tu casa?
¿Cual tu morada?
La ingenuidad ahora es muerte, el miedo es muerte, descreer es muerte.
Porque no se trata ya de la tierra que caminamos, sino de otra tierra.
¿Quien va a decirme que he de justificar cobardías y escapismos?
El tiempo me da la razón, tu relativismo cultural se termina.
Camine entre vidrios rotos y espinas, entre piedras y en el desierto y lo hice feliz y sin temor amando cada paso ¿Has visto que haya huido?
Ame cada corte y cada herida y embestí feroz y di amor.
Bese la tierra del camino y me postre ante ella.
Pero ese tiempo acabo, me llevo conmigo esa arena, y este cielo, el verde y el agua y los recuerdos como retazos de tela, del vitral del Rosetón de la Rosa.
Que maravilla ha sido esto
incluso hasta en el cruel dolor
Gracias...
Todo ha sido
y es sublime
esplendor
.
Fui luz,
fui sangre,
fui espasmos y arco tensado,
fui verbo y piel.
Agua en la niebla.
Vi el estupor y tontas muecas.
Ah... Si las vi verme...
Y
¿Alguna ves cedí ante eso?
He vivido al filo
en la cornisa
tal como quise
y ahora el fuego arde
la burbuja parte
con todo su bagaje
todo es una maravilla
emprendo vuelo
me dispongo al viaje.
Maravilla.
Alex.