Escribiendo en la tormenta

Hablar de la tormenta no es metáfora
Es tan real como lo es el mármol
o cada puta bocanada de aire.
Incierto espanto...nebuloso.
Dulce sombra de la espesa nube
cae al pie de mi propia sombra
tambalea y al momento
sabes sin duda alguna
que la gran tormenta esta adentro
y la de afuera es solo su reflejo.

Puede quien llegue a su centro
encontrar la paz,
aunque al tiempo la pierda
porque quiza muy en el fondo
pero muy dentro
ame la tormenta
como niño piloteando decidido
su atroz barco fantasma.
Cascara de nuez navegando en magma,
solitaria lagrima en aceite.

¡Dioses del ayer!
Un solo momento...
Hoy, un hoy...
salvaje y audaz equilibro
andar por las cornisas
deambular solo entre las sombras
para sumergirme entre la gente
y desaparecer luego
otra vez entre la niebla.

Sabiduría...
Que profundo ocultas tu faz
Te atisbo
entre la entraña desangrada
los corazones desolados
las sonrisas de quienes muy heridos
intentan decir
que la siguen piloteando
en furioso mar embravecido.

¡Héroes!
Solo héroes.
Perdidos.
En la niebla.

Alex.