Solo vi en el tajo de tu tierra el salmón.
Un rosado brillante. No había otro color.
No se cual es el tejido de tantos entredichos,
los informes no parecen llegar bien.
Apartado, buscando respirar, algo de aire...
tratando de teñir de otro color a la muerte cercana,
pero no por eso diciendo que no a tu ventana.
A la puerta, si queres que abra.
Cansan mucho las convenciones, el gentío,
lo mio es buscar rendijas, llegar adentro.
El afuera. Las masa. La intemperie. El ruido.
Te aseguro, no es lo mio.
A
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