Cuando Florezcan las Piedras

 

Me gusta eso de andar atardeceres y también la noche. Me gusta que aun haya vida, mercados y esperanza. El sol y la Luna caminan a poniente. Cuarto creciente en Leo, dice el almanaque del granjero. El Buda como enano de jardín. Los inciensos y las fuentes. Cambalaches novedosos; ropa hindú y sueños a distancia. Imagino la dama de tierra de bella sonrisa y ojos amados; anidada al fin en corazón y entraña. Vestida de jeroglíficos, me aguarde en la noche. Ese sueño que ya no es sueño y es adueño y verdad que ni oscura maldad cercene este, nuestro empeño. Porque habrá incluso mas allá del este tiempo cuando las piedras florezcan y nos de beber el viento, que aquel primer retoño de amor y lengua verdad, será ya como tu boca, la misma inmensidad.

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