martes, 22 de marzo de 2022

Salpicados

 


Triste y vacía estaba “La Farola”. Pero en “El Griego” había gente. Una abuela con nietos ya grandes, charlando. Compartiendo felices; una grande de tomate. Alegre visión en esta tormenta. Un respiro en trash-currir. Espero poder llegar a donde estas. Pero no espero árboles de espinos. Ando sorteando, quimeras, grillos y poligrillo. Guardo pila pa mi guerra. No me digas nada. Quiero verte sonreír. Cuando ya no se sonríe. Cuando no se entiende. No hay genio fuera de su tiempo. Buscando en vano, me alejo con el viento. Hay olor a lluvia. Olor a tinta. Nubes desde el sur. Nadie es el centro de la gran rueda. Abrazo alma con amor, mirando al cielo, mientras cruzo en la esquina. Hato de ángel reo y culto. Subterfugio de ir saltando el barro. Quien puede ofenderse si le salpican, al pisar un charco, en medio de un aguacero.
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