El sol ya comienza a calentar. Me encuentro con mi querida hermana. Desayuno en un bar. Atravieso barrios vip y también pobres. No me siento identificado con nada. Me cruzo entre alguna gente con corazón, mas la mayoría son fantasmas. Paso por donde hace tiempo vivía mi maestra Yvonne Engel. Veo en un televisor que se fue Carlitos Bala, uno sabe que san Pedro le abrirá las puertas de par en par. Tengo cansancio. Mi lucha es tensa. Sigo adelante con un dejo de nostalgia. Tu sabes, tu sola comprendes. Vuelvo a levantar la guardia y avanzo entre las sombras. Sin embargo voy bajo el esplendor de este hermoso sol de primavera. Pero Dios, como extraño a la Luna.
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