Heroico quien sabe, que solo que debe seguir,
en giros avanza el alma petrificada hacia el borde,
sin alas vuela girando, como acercándose a una flor,
se deja llevar sin siquiera saber donde, inadaptado.
Contemplando al gran cielo como lejana playa,
¿Puede alguien en verdad saber porque avanza?
Algo se esconde siempre tras delicadas palabras,
un cierto hilo que enhebra el amor y la esperanza.
¿Acaso alguien habla de conquistar lejanas cumbres?
Andar es solo andar, sin importancia del territorio,
porque si hay un real sentido en aquel que avanza,
es el de poder llegar a contemplar en su rama la flor.