jueves, 26 de enero de 2017

Lo Vulgar

Resultado de imagen para angel perdido

Resulta que hubo un simple ángel, un ángel de misericordia con los humanos, donde quiera que alguien sufriera, allí estaba el buscando el modo de aliviar a quien padece movilizando con su tierna compasión vuelta acción, demás seres celestiales.
Así fue por largo tiempo humano.
Un viejo sufí, lo encontró una vez en una taberna, una de esas, que era el colmo de la perdición, convertido en demonio.
Oh noble criatura --dijo el viejo-- (que lo había conocido en su momento de esplendor) ---Dime, ¿Que te ha hecho caer de tal modo?
El ángel caído tocado por el viejo le respondió:
--Oh tu noble anciano, crees haber encontrado una verdad a través de tu búsqueda y has llegado a al hermoso equilibrio de la sabiduría.
--Mas tú anciano, no has visto la verdad, tu solo has encontrado tu eje.
Mas el encuentro de tu centro, no posee la virtud de liberar a tus hermanos, sumido tu noble anciano, en la ilusión eterna del bien, has perdido perspectiva.
Yo soy un ángel maduro, mas el dios de tu libertad es solo un niño.
Ante eso noble anciano, he buscado mi lugar entre los caídos.
De metafórica entente, convenio de astros y discurso de aves.
Hay quien cree que puede hablando de humanos ejemplos, tomar un diamante en bruto y tallarlo según su criterio.
Pues bien, entre esa clase de conveniente y taimado pensamiento, de un ente a otro, lo que se ha logrado hacer, es tomar un vidrio y moldearlo a conveniencia para personales fines.
Cercenando, castrando, frustrando la libre evolución de tal vidrio para la simple obtención de sus caprichos y necesidades.
Ningún inferior por más astucia que tenga reconoce un diamante.
Ningún inferior puede tallar un diamante. Solo moldea un vidrio.
No todo lo traslucido esta ordenado desde su simiente en patrón cristalino.
Sucede igual, entre quienes teniendo vista y sentidos no reconocen lo que ven.
Una perla blanca o una perla negra, exige del tiempo, y de la calidad de lo que la conforma su propia constitución.
Un diamante claro y uno negro exige fuerzas superiores y nunca inferiores para ser formado.
Lo mismo para ser tallados.
Solo un necio ve en la transparencia o en la oscuridad señal de macula.
Un diamante es un diamante no importa su color, lo que importa es su orden cristalino y su diferenciación del carbón.
Puede acaso una vulgar pieza de carbón juzgar al diamante por su transparencia u oscuridad.
En esencia son lo mismo, tan hermanos uno de otro por ser diamante.
Así es también en la virtud, lo negro o lo translucido no tienen perversión.
La perversión solo se encuentra en lo vulgar.
Alex.



No hay comentarios:

Publicar un comentario