Atascado me encuentro entre un mundo que fue,
y la figuración de sueños que no son los míos.
Los propios tienen olores de jazmín.
Lunas y patios.
Jardines, lluvia y río.
Historia, libros.
Sueños dentro de sueños.
Desamparos y belleza,
desesperados vacíos.
Las trombas de la memoria, son como las del agua.
Los lugares prohibidos cercados. Se abren como puentes a futuro.
Sabiendo que a pesar de eternos tiempos, siempre habrá una salida.
El sol volverá a dejarme ver las ondas brillantes del río.
La noche seguirá dando misterio a la intima y frugal fatiga.
Aunque, el cuerpo ya retuerza ramas y haga nudos de recuerdos,
como raíces
que se entierran
bajo el agua.
A.
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