Hubo un tiempo en que héroes eran héroes: Juana de Arco lo fue, no por ser quemada, sino porque ese fue su corolario. Van Gog no lo fue por suicida, sino por su libertad. San Martín no es héroe por exiliado, sino por liberar territorios.
Hoy día se heroíza la chatura de la vida cotidiana. Se mediatiza heroico a quienes vocifera pena. Los perros perdidos son "pobrecitos". Las luchas solo distintivos. Las escaramuzas son "escraches". Las peleas: 10 contra uno. Grita sus penas inarmónico un Kurt Cobain, sintiéndose así, la Monalisa. Se detesta todo arquetipo de sacrificio. El hijo debe ser femenino. Tener cuerpa. Abanderarse de hedonismos y cobardías. Porros, millennials y Playstation.
Un insufrible Marco Antonio Solis, lanza alarido:
"...No hay nada mas difícil que vivir sin ti..." conmoviendo "romanticismo" proletariado y al mal gusto pequebu. Ya no mas la critica de un: "...te amo, te odio, dame mas..." O el suspiro libertario de una: "Zamba de mi Esperanza". Al fin el heroísmo se acaba igual que la mano solidaria. Levantándose como héroes a los llorones. hombrecitos y hombrecitas. Imagen y prensa. Sonido y ritmo. Una caja de engranajes. Por si no te diste cuenta: Vos, Yo, Nosotres y Vosotres, solo somos un puto producto de mercado. No existimos. No somos. Y al no ser, nace la marioneta. El esclavo perfecto.
Declaro como ultima resistencia, volver a la noche de cielos estrellados. A los cuervos en el trigal. A morir clavados en un atril. Escapar de mustios girasoles. De victimas lloronas. Y hacer por fin, un agujero en el lienzo. Cobrar alas. y pasar a vuelo raso, sobre el trigo de los otros.
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