Y así al andar veo desde afuera el surgir dentro aquella fuente: intensión, palabra y corazón. Me he alejado de todo. Me he acercado a casa. En una mano el as de bastos, en otra juglar. Yo te digo y te dije, por mucho y de lejos. Hoy le hablo a tu ventana, a tu puerta, a tu oído. Y en todo este tiempo y de todas las formas, mi mensaje el mismo. Que bonito es ver el guiño de tu ojo en cielo como estrella. Hoy tan claro es, que aquello que esta dentro es lo que esta afuera. Y a decir verdad, no tengo palabras para describirte, por eso te contemplo así al canto de los grillos.
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