Oigo el estertor de humanidad errada,
mis ojos fijos a poesía y al amor,
pasos inciertos ante esta distancia.
Elevo mis ojos a crepúsculo,
que, vuelca cabellera,
así inmensa,
cubriendo desvelo,
la tuya,
abrigando piel,
hasta estrella de alba
Este color…
Tu sabes como añoro,
rizos y bucles de destino,
cuando cae toda noche.
Te amare siempre.
Aunque se incendie el horizonte,
aunque solo queden huellas en sal,
y
como árboles descubiertos,
suavemente se estremecen,
seguiré,
acariciando tu alma.
Así
de eternidad,
en eternidad.
a
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