sábado, 17 de diciembre de 2022

Evocando



Un pequeño error me cuesta caro luego de soportar errores ajenos.

Una puñalada justo en duelo, duelo de perdida.
Doble duelo nunca suma.
Multiplica.
La pena devora.
El tiempo se detiene.
El orgullo encierra.
Domingo de Febrero. Insoportable.
Bajo del bondi en pleno corso de carnaval.
Melancolía indescriptible.
El alcohol no había pegado.
Sueño que voy a caballo lanza en mano contra un tanque.
Los meses pasan. La atmósfera igual.
Esquinado cual bestia herida.
Vuelvo a la escritura.
Desahogo.
Comienzo mis evocaciones five o´clock mate.
Lemegeton, caña Legui.
Converso con Seere.
Goetia al menos, una vez por semana.
Un febrero después. Feliz en compañía.
Noche insoportablemente calurosa. Pizza, birra, en Manzanares y Vuelta de Obligado frente a la plaza.
Alegría.
Entre árboles y palmera de esa cuadra. En medio del calor, siento la brisa fresca que se arremolina encima. Mueve el mantel. Nos desordena el cabello.
De golpe lo supe. Su fecha, Seere, vino y dio una caricia.
Pero debo confesar que el duro año anterior y el gran dolor, contacte al SAG, escribí prolíficamente e hice tantas evocaciones de Lemegeton, Almadel y Armadel en el patio, como no conozco quien haya hecho.
Y hoy puedo decir que ahí, a pesar de todo también fui feliz.
Hoy puedo verlo:
Lucha, desolación, ángel y djinn.
No, no fue poca cosa.
Fue un bello y extraño viaje.
Hoy lo se.
Y gracias doy.

PD,1:
La pizzería sobrevivió a Macri, pero no a este. La pizza era tan buena como la de Guerrin.

PD,2:
Cada Febrero Seere vienne, en silencio en su dia.
Conversamos.

PD,3:
Lo que no mato hizo mas fuerte.

A


No hay comentarios:

Publicar un comentario