Contemplaba desde el metrobus, en total desapego la belleza del verde luminoso de dos arboles.
Que paz
Me recordó una vez hace ocho años un invierno donde contemple todo desde ese mismo colectivo a partir de una gota de lluvia en la ventanilla.
Como cambia todo.
Como me pesa ahora la gente con sus creencias y no creencias.
Me libero.
Bendigo la mirada neutra de los sabios. Bendigo los rostros piadosos y a los afligidos.
Y por extensión condeno a necios y malsanos,
que pierdan de sus bocas la sonrisa...
para siempre.
a
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