¿Que cuando el frío arremeta en estepa? ¿Qué de los Café Martínez? ¿Qué de las viejas tardes de sol en el parque? ¡Ay de quienes olviden normal vida! Bendita sea la noche. Bendito el momento donde estrellas hielan pensar. Busco calor. Tu calor. Ese bello crespo del cavado de tu vida. Esa sonrisa radiante y rosada. El todo en tu presencia. Ese haberte robado el mundo para darme patria. Que mas hay para mí. Esa vieja desolación vuelta vuelo de halcón sobre todo paisaje de recuerdos. No tengo más que la inmensidad, tu cobijo. Carece de sed aquel que cita las frases de los muertos. Pero en mi solo atruena voracidad impía de infinito, que solo calma gracia de tu presencia. Y como explicar que gran gracia obra de forma tan amorosa, que llega de sorpresa hasta este irreverente sonriendo por saberme buscar dolorosamente en vida, lo que otros buscan en los muertos. Llevo el aguijón de la noche y ya no duele. Veo en cada gota de luz los pétalos de tu presencia.
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