Bestiario

Voluntad y fuego a la espera de descenso del Espíritu

a tono épico profundo, como elegía al incendio de cielo,

un colosal anochecer o bestial amanecer, en si da igual,

¿Es el fuego del cielo que en mi se refleja o yo en el?

Sin tiempo filosófico, apenas rezar, implorar arremetiendo,

clamo como quien clama al filo del tiempo, tenaz, porfiado,

alumbrándome de escena en el silencio de las causas las creo,

obstinado, seguro de abrir una brecha, de hacer un puente.

Uno hace gala de su nombre al proceder como es debido,

y debido es despejar el camino aun cargando este peso,

porque me urge amor me urge, abrirme paso en la tormenta,

lograr un poco de cielo, para asirte al fin entre mis brazos.

a

 

Confesiones

 

De las confesiones de mi consciencia, andando entre esta luz del estallido de vida.

Algo siempre guía el rumbo. A veces me han llamado jodido, porque no prenderme a juego ajeno, juego lo mío. Así muchas veces pateo el tablero. Sabes, es como quemar las velas. No retroceder. Seguir hasta las últimas consecuencias, sin importar juicio ajeno. Salvaje, marcial, reactivo, contestatario. Aunque me tome mi tiempo.

Si dejo algún combate, es porque he encontrado algo mejor. Solo Dios sabe, pues corazón y entraña se vuelven bandera.

Y a ti, hay tantas cosas que quisiera decirte. Pero tiempo no alcanza. Quedan en el alma. Se van de la memoria. Vertiginoso es todo, como también mi deseo de bien. A ti te he puesto corona, sin olvidar la mía. Igual que en la guerra también en el amor. Corazón y entraña.

“Si no hay amor, que no haya nada entonces”... (Dice una letra). El todo o nada. Y es curioso, comienzo reflexionando sobre una cosa y culmino hablando de amor.

a

Reluciente

Una noche levante mis brazos al cielo y ceso la tormenta,

sobrevino otra mas fuerte, sobrevino también el amor,

sobrevinieron también noches de luna, de lluvia, de frió,

descarnado hasta los mismos huesos vi que era bueno.

Lejos de la razón, corro a brazos de horizonte,

una casa bella, tu calor, cabellos ensortijados,

crespo mar, melodía de tu voz, frente a tus ojos,

eternidad cobíjame envuelto en piel de la mañana.

Levanto mis brazos, como árbol en la noche,

espero me golpee el rayo de reluciente estrella,

espero en ese centro de todo, tus ojos cada día,

urge entre mis tajos el tiempo del abrazo.

a

A contra el tiempo

 

Maldecir la humanidad no seria elegante.

¿Quién no puede ver que se maldice sola?

No por los bosques, ni el agua, ni animales,

sino por haber perdido sentido de lo bueno.

Que cansancio da la lucha, que brutal se vuelve,

hasta dicen que no se debe luchar, sino entregarse,

uno piensa: mejor que se entregue tu madre,

que las murallas ardan y corran como lava,

por tus calles.

No he olvidado el amor antiguo que hoy recurre,

ni el porque de mi furia o el silencio de los muertos,

solo espero reencontrarte en el camino, no se cuando,

pues cada vez que cierro mis ojos,

es mi único sueño.

a

Desde el frio

 

Las nubes con violencia se van y los recuerdos,

te espero mientras camino antes de tu tiempo,

y no solo frío embarga, incomoda lo común

quiero estar en casa, quiero hacer la cena para dos.

¿Viste Nena que blanca se vuelve la noche cuando es fría?

Estrellas no asoman entre nubes, ni hojas entre ramas,

la espera bajo negras nubes es un árbol desnudo,

frío seco apremia a coronar tus laureles antes del amor.

Desde ruidos de ciudad, escucho palpitar tu corazón,

he puesto toda mi fe en cruzar el gran mar sin volver atrás,

y en el frío oscuro siento el derramar de gotas de estrellas,

esperando entre viento como un olivo el perlado amanecer.

A

De lo que esta detras

 

La rosa, la abeja, la miel, la Madre, la caverna... El principio fecundante penetra en el vientre de la tierra. La Torre y la Cripta. Las camaras secretas.

En magia tanto como en alquimia, aquello que se busca se fecunda en la oscuridad, se incuba y se ofrece luego a luz. Se da a luz.

Cuando el mito se establece, entonces se lo intenta se lo vive y eso es lo que mueve.

Otra cosa... mas alla de los ritos, Dios solo ama. No puede hacer otra cosa que amar. Y sabiendo eso uno puede hablar de corazón con El y eso El lo oye en amor.

¿Queda algo mas que decir?

Si, hacer y esperar.

a

De los Tiempos

 

Flores de limonero y alguna planta de granada,

en jardines de invierno, pasos apresurados,

extraños momentos de un pueblo con furor,

como de verano.

Los conozco muy bien, ebrios irresponsables,

los que defendieron y defienden esto,

conduciendo a la ira de su mismo pueblo,

hable y dije por mucho tiempo, ahora ante esto,

prefiero mirar al cielo.

Ahora solo deseo ver la belleza de todo,

lo que viene de lo alto, cabellos ensortijados

y tus pies descalzos, ceñida de nubes te busco,

para emprender mi fuga, de entre tantos muertos,

los de antaño, los de ahora, los de siempre.

Si pudiera cobijarme al calor de esas venas,

no me sentiría desnudo como estos árboles,

pero es mejor andar a huevo, en la verdad,

en amor y coraje, manteniendo rostro en alto,

porque di aquello no común y se creía locura,

que ante ojos estultos, que aun se enervan,

porque entre palabra y pabra era razón,

aunque ahora prefiero, no haberla tenido,

y tan solo contemplar el cielo.

a