sábado, 17 de diciembre de 2022

Del S.A.G.

 



SAG: -¿Por qué escuchas limpio el canto del ave?

-Supongo por que no tiene añadidos.
SAG: - ¿Entonces ves por que es difícil que haya buenos instrumentos entre las personas?
-Comprendo.
-Aquello que viene no puedo retenerlo todo. Solo alcanzo a retener una parte.
SAG: - Tu función, no ser ser vocero; sino contemplar, describir, desentrañar. La idea viene de lo alto. Luego observas. Luego contemplas. Dejas entrar luz de afuera que se reúne con la de adentro. Las diversas formas de desentrañar que marcan tu estilo y expresión en como metalenguaje. Cada cual debe a lo suyo. En eso debe estar limpio.
-Hace décadas hacia diálogos con mi anima junguiana y luego al releer me daba bajón y…
SAG: - En tal caso, abres la puerta a un lugar aun cerrado, donde brotan anhelos retenidos, ansiedad, angustia y el temor de no poder.
-Después no volvió a suceder y no hice más tales diálogos.
SAG: -Comprendiste la magia. La palabra tomo forma e imágenes en tus sueños y usaste esas imágenes para plasmar tus deseos. Ya no había angustia.
-¿Entonces?
SAG: - Vino el tiempo donde callaste tu mente y comenzaste a balbucear a través de las ideas y el corazón. Eso luego fue también a la escritura. Una refleja lo otro aunque haya matices, trampas emocionales o los intrusos. Toda idea intrusa viene de intrusos.
-Discernir.
SAG: Observar y discernir. Lo interno, lo externo. Lo correspondiente “propio”. Lo correspondiente “ajeno”. Los diferentes niveles. Ideas. Inteligencia corazón. El testigo silencioso. Alma. Ka. Esencia. Hor. Ser… Dios.
-Lo veo si.
SAG: Todo y todos hablan. Todo dice. Pero el tiempo es poco para perderse en lo vano, el ruido y la dispersión. Antes de leer un símbolo, un reflejo, una signatura, una correspondencia, se te va preparando primero intelectualmente. Se va haciendo una separación.
-¿En eso consisten los desnates?
SAG: -El primer tipo.
-¿Y luego?
SAG: Luego intervienen alma, intuición, cuerpo y doble.
-¿Qué me atrajo a eso y no tanto a lo externo?
SAG: -La búsqueda del amor fue una constante en lo interno y en lo externo. Buscar fuera te demoro. Mas el encuentro temprano con las perdidas y la muerte fue el designio que te puso entre la espada y la pared. Renegar de todo, pero también buscar todo. Un colapso de la idea del mundo. Un colapso de creer en una constante. Impulsó a profundidad, pero dejo residuos, enojo, resistencias. Eso demoro el encuentro. Desentrañar y armar. Por eso hablo a través de tu forma de comprención y palabras, No expreso un lenguaje mayestatico impuesto. Hay necesidad de desentrañadores internos.
-Y en tanto a poesía, prosa, relatos ¿Que debo...?
-Nada hay de malo con eso.
Es parte del matiz. Todo es siembra.

Diario mágico 2011. (Cuadernos de diálogos en bruto; tomo 5).

A

Evocando



Un pequeño error me cuesta caro luego de soportar errores ajenos.

Una puñalada justo en duelo, duelo de perdida.
Doble duelo nunca suma.
Multiplica.
La pena devora.
El tiempo se detiene.
El orgullo encierra.
Domingo de Febrero. Insoportable.
Bajo del bondi en pleno corso de carnaval.
Melancolía indescriptible.
El alcohol no había pegado.
Sueño que voy a caballo lanza en mano contra un tanque.
Los meses pasan. La atmósfera igual.
Esquinado cual bestia herida.
Vuelvo a la escritura.
Desahogo.
Comienzo mis evocaciones five o´clock mate.
Lemegeton, caña Legui.
Converso con Seere.
Goetia al menos, una vez por semana.
Un febrero después. Feliz en compañía.
Noche insoportablemente calurosa. Pizza, birra, en Manzanares y Vuelta de Obligado frente a la plaza.
Alegría.
Entre árboles y palmera de esa cuadra. En medio del calor, siento la brisa fresca que se arremolina encima. Mueve el mantel. Nos desordena el cabello.
De golpe lo supe. Su fecha, Seere, vino y dio una caricia.
Pero debo confesar que el duro año anterior y el gran dolor, contacte al SAG, escribí prolíficamente e hice tantas evocaciones de Lemegeton, Almadel y Armadel en el patio, como no conozco quien haya hecho.
Y hoy puedo decir que ahí, a pesar de todo también fui feliz.
Hoy puedo verlo:
Lucha, desolación, ángel y djinn.
No, no fue poca cosa.
Fue un bello y extraño viaje.
Hoy lo se.
Y gracias doy.

PD,1:
La pizzería sobrevivió a Macri, pero no a este. La pizza era tan buena como la de Guerrin.

PD,2:
Cada Febrero Seere vienne, en silencio en su dia.
Conversamos.

PD,3:
Lo que no mato hizo mas fuerte.

A


La Arena y la Pared



¿Por que mi grafía debería ser más bella que la forma de estos muros? ¿Por qué este bello colmenar debería espantar? A decir verdad, no hay nada que espante más que el desierto. Pampa desolada y angustia polvorosa. Solo algún ombú por aquí o allá, matas de cardo dispersas y voraz llano hasta el horizonte. Desesperado deseo que broten lomas de la nada y cubran tal desesperante desnudez.
O tal vez volver a la ciudad. Ver arquitectura. Como este edificio a dos cuadras de la avenida Corrientes y a una de Callao. Ahí uno puede perderse en sus bares, librerías y el tumulto de gente.
Hubo un tiempo en mi adolescencia que descubrí salir del cuerpo. Traspasar muros. Fugarme del pesar entrando como fantasma a otras casas. Ver in situ invisible y con sed de aventura otra gente en su medio. Pero termine asqueado y aburrido. No había nada en ver sus vidas, solo tedio.
Esto me recuerda en contraposición a lo que oí de un monje. Se había retirado al desierto en busca de Dios pero escapo por no soportar el devorador horizonte.
Hoy ya no me fascina atravesar paredes. Prefiero lograr la intimidad entre almas, un vínculo cordial, tender una mano o vivir la comunión entre pieles.
Aquí fotografiando de frente arquitectura, valorando belleza en el tumulto, sintiendo genérico amor por humanidad fluyente. Mientras fotografío, siento saberme infiltrado en este mundo, aportando y soportando rechazo. Como viajero entre realidades me deslizo entre su orden social sin sentirlo mío y contemplo desde una extraña e inexplicable paradoja este edificio como si fuera un arqueólogo y al mismo tiempo lo siento moderno, nuevo, vivo, en pie.
a



En días infaustos:

 


No se si el destino hace trampas, si el tedio de los días nefastos deba siempre superarse.
Pero si se que el banquete del tinto vino, solemnidad a visos de fria nieve en vísperas de verano, me han hecho ver que cuando te partes y en soledad cargas el pesado tronco que te dobla, sales a la búsqueda de lo incierto.
Algo de paz y al filo. Haz muerto de algún modo a todo lo común.
Te conoces en ese silencio y conoces a los demás. Refugiado en teclear solitario para uno mismo. Si gusta a otros bien y sino también.
Y hasta que con el nacimiento de la primera estrella de la noche, buscas ganar ese tiempo libre y feliz que bendito traerá también al adversario.
Luego en negra noche la diabólica presión del rostro de averno. Pero queda siempre esa descarada propia bacanal desafiante de escupir la cara al diablo.
Al fin y al cabo robaste al menos un instante mas. Un momento, aun sabiendo que deberás rodar la roca una y otra vez hacia arriba.
Pero ese instante.
Por ese instante vale incluso la incomprensión del todo.
Lo sabes muy bien ahí, en tu trinchera bajo alas de Dionisos.
A




Visperas

 

Años atrás, víspera de fiestas. Piso alto en Boedo, a regar las plantas a quien las dejo a cuidado. Amplio ventanal. El aire quieto. Anochece lento. Una sidra y tedio.
Desde arriba buscaba Lanus, al sur. Y obvio desde el pulmón de manzana, no se veía. Me quedo viendo la torre de parque de la ciudad al oeste. Busco Saavedra y es imposible.
Ambos puntos del pasado eran imposibles. La melancolía me embarga. Mi presente ahí era también imposible. Tres rumbos nulos. Discuto. Agarro mi botella de sidra y escapo. Me alivia llegar a Medrano y Rivadavia. La botella en una bolsa. Subte. Llego a Flores, el bar de Carlitos, los amigos, los lumpen, los borrachos, siento paz. Huí de todo.
Se asoman las 11, era sábado. Tomo un taxi a casa. Llego, son las 12. Encuentro justo "Excalibur" por tele. El toque de Wagner eriza la piel. Estoy en paz. Mi vida cambio. Ya no se cual sera el camino. Pero eso ya no importa.
A




Vede de Azahar


En la misma tónica y gótica de los fuegos de San Juan, de profanos asados, o de casas y campos arrasados. La gris ceniza se mezcla con la lluvia. Se filtra en el suave algodón de vida y al llegar la noche esperada de primavera, asoma en fiesta bajo los astros; y aquel león en la espesura. fuerte, verde, heráldico, alumbrado símil al niño divino en bajo luz de Selene. encubre al disolvente vuelto hoja y mineral, aflorando común a ambos reinos. Sopla ahí la suave brisa al sonido de Pan. Entonces danzan en corona las hadas, para este es pan de la futura ambrosía. Rosca de reyes, ante el cual darán gracia las aves y los peces tal como al despuntar de cada mañana. En Galia canta el gallo, de herméticas alas. Por la noche destella guirnaldas de la luz, tejidas por luciérnagas. Y en contraposición al materialistas, dama alquimia, despoja de su color el metal de los ricos, ocultándolo su luz que se disuelve en agua. Espíritu de color de las hojas, plagadas de vida; que huele al fin, con esa fragancia de tilos y azares, en las mas bellas noches de lluvia.

a